D. Miguel Ortega nos da su última charla sobre la catequesis de la Teología del cuerpo.
La persona, es decir, yo, soy mi cuerpo. Mi cuerpo no es algo a margen de mí.
En la doctrina cristiana somos una unidad indisoluble de cuerpo y espíritu y esta unidad eleva al cuerpo, es una parte esencial junto al espíritu. Por lo que el cuerpo es un don y sin mi cuerpo no soy yo.
La primera vocación es la donación propia dentro del matrimonio, por lo que se puede decir que es el primer sacramento.